Carta abierta a todos los que siguen el "Lío"de Messi
Estimados todos que siguen atentos el tema de la renuncia de Messi:
¿Somos raros, no? Como argentinos, digo. Porque venimos a ser una especie de gata Flora.
A pocos minutos de haber perdido por penales ante Chile la final de la Copa América, llenamos la televisión y las redes sociales de opinólogos que, como si nada, criticaron jugadores -incluyendo al número 10-, defenestraron al director técnico y analizaron bajo lupa las fallas en el funcionamiento del equipo. Como si haber quedado segundos de todo el continente fuera poca cosa.
Como si ellos mismos que critican cómodamente detrás de una cámara o desde su celular fueran los número uno en lo que hacen, se destacaran del resto y obtuvieran constantemente récords de premios y reconocimientos en su profesión.
Como si ellos, que tildaron a Messi de falto de carácter, de falto de capacidad de liderazgo, de falto de personalidad y de tímido fueran los líderes más capaces, ejemplares y motivadores del siglo XXI.
Digo que somos la Gata Flora porque en cuanto Messi presentó su renuncia, en seguida cambiamos de opinión, cual fanático del gobierno anterior días después de la asunción de Bergoglio como Papa (perdón, no pude evitar este burdo ejemplo de panquequismo).
Lloramos, pedimos #NoTeVayasLio y nos rasgamos las vestiduras.
Pero deberíamos aprender a no ser exitistas. Aprender a no exigirle a los otros lo que nosotros mismos no somos capaces de hacer. Y aprender a que a veces se gana y a veces se pierde y que el apoyo a un equipo no depende de los resultados.
Por mi parte, #NoTeVayasLio. Ahora bien, si te vas por la corrupción de la AFA o porque te cansaste de los que te critican y te exigen sin ellos hacer nada desde el lugar que ocupan, hacé lo que quieras; porque podés hacer lo que quieras.
Y al resto, nos digo, ¿por qué depender de un jugador de fútbol, el mejor, sí, pero jugador al fin? ¿Por qué no pedir también que no se vayan los docentes modelos, los médicos comprometidos, los líderes serviciales? ¿Por qué no movilizar de igual manera al Presidente, a los gobernadores, a los famosos, a los docentes, a los grandes y a los chicos a que pidan que no se vayan la solidaridad, la compasión, la ayuda mutua, los valores?