Cinco posibilidades que me dio la escritura
Escribir puede ser un hábito, un hobby, una terapia, una profesión. A mí siempre me gustó.
Y, mirando para atrás, veo que escribir me dio una serie de posibilidades. Es decir, que me permitió hacer o aprender ciertas cosas. Ellas son:
1. La posibilidad de organizar los pensamientos
A N I M O R. Ésa era la forma en la que escribía mi nombre a los 5 o 6 años. O bien seguía un patrón que tienen los chicos a esa edad, de escribir las palabras al revés, o bien siempre mantuve cierta tendencia a ir en contra de la corriente. No lo sé muy bien. La cuestión es que con el desarrollo de la escritura pude no sólo escribir mi nombre en el orden correcto sino también, organizar mis ideas y mis pensamientos.
2. La posibilidad de comunicarme
Prácticamente desde el momento en el que las personas dejaron de leer ANIMOR y en lugar de eso leyeron ROMINA, porque así lo había escrito, es que me resulta más fácil decir las cosas por escrito. De hecho, mi portfolio tiene ese nombre.
Encontré en la escritura la posibilidad de comunicarme.
3. La posibilidad de aprender
Cuando fui tomando el gustito a la escritura, cuando quería escribir más que el diario íntimo, fue que empecé a evaluar posibles carreras a estudiar. Así, entre otras cosas, surgió Comunicación. Y así, como quien no quiere la cosa, empecé a meterme en el mundo de la escritura más profesional. Surgió la posibilidad de aprender. Aprender desde cómo escribir semántica, sintáctica y gramaticalmente bien hasta las normas y estilos de distintas publicaciones. Aprender a escribir, básicamente, se logra... escribiendo.
4. La posibilidad de conocer gente y sus historias
Y así, escribiendo, más allá de la carrera, es que llegué a conocer medios nacionales e internacionales, personas y organizaciones de lo más variadas e interesantes. Personas que promueven valores, que trabajan por cambiar el mundo, que difunden ideas. Personas copadas, abiertas, profesionales, particulares. Y de cada una aprendí cosas y conocí mundos.
5. La posibilidad de cambiar las cosas
Con la escritura, y gracias a ella, aprendí y conocí. Escribí sobre la gente, sobre la vida, sobre las cosas. Y todo eso, en conjunto, me permitió aprender más que nada que la escritura puede cambiar el mundo. Vamos por eso. ¡Vamos a escribir!
