La creatividad no es lo que pensaba
Desde que era chica, me creí una persona creativa. Cuando estaba en la escuela y pedían una tarea en la que había que escribir, por ejemplo una historia, podía resolverla en minutos. Me sentaba y, simplemente, las ideas fluían.
Un día, no recordé que había que escribir un cuento para Lengua y Literatura y me lo recordaron mis compañeros en el recreo. Y ése fue el tiempo que me llevó hacerlo; en un recreo escribí un cuento. Y aprobé. Claro, yo me consideraba creativa.
Hasta que, años después, se me ocurrió hacer un curso sobre técnicas de creatividad. Lo empecé creyendo que sería "pan comido". Pero no fue tan así. Resulta que en los test de creatividad, obtenía resultados bastante estándar. Nada muy sobresaliente.
A lo largo del curso, descubrí que hay ténicas que requieren trabajo y que ser creativo se aprende.
"La persona creativa siente curiosidad por conocerlo todo: la historia de la antigua Grecia, los conocimientos matemáticos en el siglo diecinueve, la jardinería, los lenguajes de programación de cuarta generación, la enseñanza asistida por ordenador, etc. No sabe cuándo de este complejo conglomerado de ideas surgirá una nueva idea. Puede ser dentro de una hora, de un mes o la próxima primavera. Pero indefectiblemente, él tiene fe en que emergerá una nueva idea." dijo Carl Ally, fundador de Ally & Gargano, una de las agencias de publicidad más innovadoras de EE.UU.
Las ideas surgen del conocimiento. Y me queda mucho por conocer.
No soy tan creativa como pensaba.
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